#FinDeMes
Muchas personas dicen que es imposible tomar un cargo en el estado porque hay que esperar dos o tres meses para que hagan el primer depósito de sueldo, y eso me hace preguntarme si realmente tienen en dónde caerse muertos ante un imprevisto.
No digo que no sea el Estado el responsable de que los nuevos docentes en el sistema cobren en tiempo y forma. Simplemente remarco que si no podés bancarte una situación así, estás en el horno.
Absolutamente todo el mundo necesita tener un fondo de emergencia. Como dice Chelsea Fagan: “Si no tenés un fondo de emergencia, tenés que considerarte en estado de emergencia.”
No importa que seas millonario, cualquiera que esté leyendo esto necesita tener sus finanzas en orden. Y justamente el elemento esencial que te separa de la ruina financiera es tener un buen fondo de emergencia. En especial docentes y traductores tienen que prestar atención a este asunto porque, entre otras cuestiones, los primeros suelen tener suplencias que tienen un fin y los otros suelen tener flujos de trabajo impredecibles.
3 razones para tener un fondo de emergencia
Porque todos tenemos un imprevisto
Cualquiera puede perder el trabajo de un día para el otro, cobrar el sueldo más tarde de lo previsto, tener que hacerse un tratamiento dental, necesitar arreglar algo de la casa, enterarse que un familiar está enfermo, o afrontar cualquier otro tipo de eventualidad mala onda. Yo, por ejemplo, le trabé la llave a una amiga el otro día y tuve que llamar al cerrajero. No es que estamos llamando a la desgracia por pensar en estas posibilidades poco felices, pero pasan. Hay que reconocer que todos tenemos malos momentos y que no nos alcance la plata es un condimento no muy agradable de agregar a la situación. Según expertos estadounidenses, una persona debería tener una suma apartada para poder cubrir entre 3 y 6 meses de gastos fijos, pero nosotros que vivimos en Argentina no nos vendría mal tener unos 12 meses al menos. Si no tenés mínimo tres meses de gastos ahorrados, necesitás juntarlos urgentemente.
Porque el crédito no debería usarse en una emergencia
Ni las tarjetas de crédito ni los préstamos personales son fondos de emergencia. Entiendo que a veces la vida lleva a algunas personas a usar estos instrumentos financieros en este tipo de situaciones, pero NO ES LA IDEA. Hacer esto simplemente te mete más adentro del pozo y hay que tratar de evitarlo a toda costa. Si hacés un plan para estas situaciones poco agradables, no vas a tener que optar por pedir dinero prestado. Esto es igual acá y en cualquier país del mundo, pero tené en cuenta que en estos momentos en Argentina un préstamo personal tiene una tasa de más del 100%. O sea que tenés que pagar más del doble de que lo que pediste prestado. Otro temita es la tarjeta de crédito. Si no pagás el total todos los meses, la deuda se convierte en tu verdugo. Es mucho más divertido ganar interés que pagarlo. Dejá de trabajar para el banco.
Porque es más fácil elegir en dónde trabajar
Si te rajan del laburo, seguramente después estés desesperado por agarrar cualquier cosa. ¿Cómo cambiaría la cosa si tuvieras dinero ahorrado como para mantenerte al menos 12 meses? También, si estás en un trabajo que no te gusta, lo más probable es que no lo dejes porque al menos tenés un sueldo que te da de comer. Pero pensá en lo malo que es para tu salud mental bancarte a un jefe o ambiente tóxico de trabajo. Pensá en las oportunidades que estás perdiendo para desarrollarte profesionalmente. Pensá en cuánto más ganarías si te pusieras a trabajar por tu cuenta. Pensá en cómo sería trabajar como docente en el estado.
Tener la libertad de elegir dónde trabajar depende mucho de cuánto dinero tengas en tu cuenta bancaria. La idea es poder sobrevivir hasta poder conseguir otro trabajo. ¿Cuánto tiempo tardarías en promedio para conseguirlo? Esa cantidad de meses multiplicala por el dinero mínimo necesario para cubrir tus gastos mensuales: ese es tu número mágico. Si lograste juntar un fondo de emergencia, vas a poder replicar esa experiencia para alcanzar otros objetivos de ahorro. En este caso, dejar un trabajo que no te copa mucho.
¿Y vos?
¿Tenés al menos 50.000 pesos argentinos (830 USD) separados para una emergencia?
Este es sólo un ejemplo. Podés empezar con poca plata y además el monto objetivo tiene que ver con tu estilo de vida. Hay personas que tienen más (o menos) gastos que otras.
#FinDeMes
Esta es una sección que va a aparecer al final de cada mes en la que voy a hablar de ahorro, sueldo docente, y otros temas relacionados a las finanzas.
Yo uso Front para mis objetivos de ahorro. Es la mejor opción que encontré en el mercado porque no sólo podés ponerle el nombre que quieras a cada objetivo, sino que podés también elegir la moneda de ahorro (pesos argentinos o dólares estadounidenses). Además podés decidir en qué fondo común invertir cada objetivo (aunque la opción que te recomiendan según tu perfil suele ser la más beneficiosa). Esta opción es mil veces mejor que dejar tu plata en una caja de ahorro en el banco porque la protege mucho mejor de la inflación.
Abrí tu cuenta en Front. Si te registrás con tu email a través de mi enlace personal e invertís con esta aplicación, me dan un Boost. Esto significa que la empresa me presta plata para que la invierta por 30 días y, al finalizar el periodo, me dejan quedarme con la ganancia. A vos no te cobran nada de más, pero a mí me quedan unos pesitos. Lo que gane lo voy a ir guardando para pagar el alojamiento de mi blog. Porque si no lo pago, ¡puf!, desaparece AdAltioraTendimus.com
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