Aprender Autocuidado ingresantes

¿Cómo sobrevivir a la cursada virtual en 2021?

Estamos cursando online, ¡otra vez! Si bien hay varios beneficios de esta modalidad, la realidad es que también tiene sus propios desafíos que se suman a los de lidiar con la pandemia en sí.

En este video te voy a contar 7 enseñanzas que aprendí en 2020 sobre estudiar de forma remota.

7 enseñanzas que aprendí en 2020

Yo soy estudiante avanzada del profesorado de inglés y este año entré al traductorado de inglés en el Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”.

El año pasado subí un video sobre cómo sacarle el mejor provecho a la cursada virtual, pero no me di cuenta de que había cosas mucho más importantes para poder sobrevivir la cursada bajo esta modalidad.

La realidad es que terminé 2020 completamente quemada, con los ojos secos, con dolor de espalda y cabeza, con problemas digestivos; completamente rota. Es por esto que este año estoy adoptando otro tipo de enfoque. Realmente necesitamos un balance entre “lo virtual” y “lo real”.

Expertos en salud recomiendan que como adultos deberíamos pasar un máximo de 2 horas diarias frente a pantallas. Me siento medio ridícula diciendo esto porque va completamente en contra de nuestro estilo de vida actual. Sin embargo, deberíamos hacer un esfuerzo consciente para reducir este tiempo que pasamos frente a pantallas porque trae muchos problemas que voy a tratar de mitigar con estas 7 enseñanzas:

La enseñanza número 1 es priorizar el formato papel

unas manos escribiendo con una lapicera en un cuaderno

En el video del año pasado focalicé mucho sobre las herramientas informáticas para tener todo ordenado y ser más productiva, pero la verdad es que debería haber conservado el formato papel mucho más de lo que hice. Lo de ir digitalizando apuntes es muy lindo, es muy útil, es fácil de buscar gracias a Google, puede ser colaborativo… Pero la desventaja es que es a través de pantallas.

Que la cursada sea virtual no significa que todo tenga que ser digital. La pantalla cansa la vista, cansa la mente.

Invirtamos en papel:

  • cuadernos,
  • lapiceras,
  • libros,
  • y fotocopias.

Sí, es cada vez más caro, pero esto te va a ayudar a no agotarte tanto la vista ni la mente. Personalmente, siento que puedo digerir los contenidos mucho mejor en formato papel. Si escribís en un cuaderno, no sólo estás relajando la vista, sino que lo que anotás es más memorable porque lo estás escribiendo a mano.

Además, cuando estés cansada de estar frente a la pantalla, vas a podés tomarte un mini descanso y releer apuntes en tu cuaderno o carpeta sin necesidad de seguir usando la computadora, tablet, o celular.

Tratemos de usar las herramientas informáticas para simplificar y no para complejizar. Mi intención el año pasado fue escribir en la computadora al mismo tiempo que tenía la videoconferencia y, sinceramente, mi computadora no se banca tanto esfuerzo. Entonces terminé escribiendo en mi cuaderno y pretendía pasarlo después, pero terminó siendo cada vez más imposible.

O sea que es más conveniente tomar apuntes lo más prolijos y completos que puedas, y después si pensás digitalizarlos y mejorarlos de forma colaborativa con tus compañeros, que sea un plus y no una obligación. Con los apuntes en papel al menos ya sabés que tenés lo que necesitás para estudiar y estar al día.

La enseñanza número 2 es vestirse

en pantuflas

En el transcurso de la pandemia tuvimos que estar aislados en nuestras casas. Todas nuestras actividades se hacían en la casa y eso ya es estresante de por sí. Si no hacemos un corte entre el descanso y el trabajo vamos a terminar sin poder descansar ni trabajar.

Es importante que te laves la cara, los dientes, te peines y te vistas para empezar a estudiar. Ya sea para asistir a clases sincrónicas o para trabajar por tu cuenta. Nadie te pide que te super produzcas, podés usar ropa cómoda. El tema es que NO sea la misma ropa que usaste para dormir.

Y me refiero también al calzado. Por ahí a vos te parece un plus usar pantuflas porque son super cómodas, pero a mí me terminaron saliendo sabañones en los pies y estoy segura de que si me hubiera puesto zapatillas, no habría pasado. Incluso aunque tu casa sea más calentita que la mía, si usás el mismo calzado para ver Netflix que para estudiar o trabajar, estás en problemas porque no estás haciendo una separación mental de las dos actividades.

Lo que me recuerda la siguiente enseñanza.

La enseñanza número 3 es tener un espacio dedicado para el estudio

un escritorio para estudiar

No te voy a pedir que te compres una vela aromática porque a mí también me tienen cansada con las velitas y sus escritorios perfectos. Mi casa también es un desastre, pero escuchame.

Cuando vas a cursar presencialmente estás saliendo de un ámbito y entrando a otro. El cambio de territorio físico ayuda a cambiar de estado mental. Si estás en tu casa, es probable que duermas, te entretengas, comas y estudies en un mismo lugar. Tratá de no hacer esto.

Deberías estudiar en un lugar tranquilo, sin muchas distracciones, distinto a las otras funciones de la vida. Sé que no todo el mundo puede tener una oficina, pero tratá de establecer pautas psicológicas que te ayuden a estudiar.

No estudies en la cama ni en el sillón. Si usás la mesa de la cocina, ponete un mantel especial que sea sólo para estudiar. Ponete tapones de oídos, una alternativa mucho más económica que los sound cancelling headphones.

La enseñanza número 4 es seguir una rutina

Ya sabés que todas las semanas en tal día y tal horario tenés que asistir a clases. Como en la cursada presencial, necesitás tener el 75% de asistencia para aprobar la cursada. Incluso aunque tu docente no tome asistencia, igual tratá de ir a todas las clases que puedas así no perdés el ritmo y no te atrasás con los contenidos. Esto le va a dar una estructura a tu rutina general.

Además, necesitás establecer qué días y horarios vas a estudiar por tu cuenta. Lo ideal es estudiar para una materia varios días a la semana en vez de darle todo un día de un tirón. Podés ponerte una alarma para que te avise cuando llegaste el tiempo máximo, por ejemplo dos horas. Incluso podés hacer mini módulos de 20 o 25 minutos y poner recreos en el medio. El objetivo es lograr focalizarse esos minutos y concentrarse sin distracciones.

Recordá que la rutina de estudio debería estar enmarcada en una rutina diaria saludable, con momentos para irte a dormir y levantarse, y momentos de comer, por ejemplo. Esto es algo que vengo implementando hace un tiempo y parezco re policía, pero super recomiendo cumplir una rutina para mejorar tu bienestar físico y psíquico. De hecho, cuando pierdo el ritmo después me cuesta un montón vivir.

Los hábitos son difíciles de establecer, así que podés ir empezando de a poco. Uno por vez.

La enseñanza número 5 es hacer tiempo para relajarte

Esto es importante siempre: estudies, trabajes, salgas de tu casa o no. Ahora con la virtualidad ya sabés que te estás ahorrando el tiempo de viaje, así que aprovechá para hacer otro tipo de cosas que te despejen.

Importantísimo buscar y priorizar actividades que sean sin pantallas: cuidar plantitas, cocinar, dibujar, pintar, cantar, … Mucho mejor si además incluye actividad física, como salir a caminar, bailar o hacer algunos ejercicios de yoga.

La enseñanza número 6 es conectar con otras personas

La cursada virtual puede ser muy solitaria y dificulta establecer relaciones con otras personas porque casi que no hay momento de interacción informal y descontracturada. Así que vas a tener que hacer un esfuerzo extra para conectar con otras personas.

Dependiendo de las posibilidades de este año en cuanto a la pandemia, podrían arreglar para verse cara a cara en la biblioteca para estudiar o encontrarse en alguna plaza y hacer un picnic para socializar.

La realidad es que seguramente tus compañeros vivan bastante lejos entre sí y no es la mejor época para andar subiéndose al tren de provincia a ciudad y de ciudad a provincia. Traten de que esto no sea un impedimento para crear una comunidad. Pueden hacer un chat grupal con los compañeros de cursada en Whatsapp o Telegram.

Igualmente, se dé o no se dé con tus compañeros de cursada, podés salir a caminar con alguna amiga. Y ahí combinan verse cara a cara con hacer ejercicio.

La última opción es armar videollamadas, al menos. O incluso pueden hacer una llamada sin video. Sí, es posible.

La idea es que no te aísles porque después va a ser mucho más difícil la cursada en solitario.

La enseñanza número 7 es pedir ayuda

Pasé todo 2020 sin ir al psicólogo y en diciembre me di cuenta de que no era necesario hacerme la héroe.

No importa qué tipo de problema o dificultad tengas, siempre hay una solución o al menos alguien que te escuche.

Si tenés problemas económicos, si tenés hijos, si tenés una carga laboral extra, si tenés que cuidar a un familiar enfermo o vos tenés alguna enfermedad, si no tenés los equipos o conectividad necesaria, o si simplemente te abruma la cursada, sabé que hay toda una red de apoyo.

Recordá que en el Lenguas tenés:

  • a tus compañeros de cursada,
  • a tu docente,
  • a las mentoras,
  • a las tutoras pares,
  • a la dirección de carrera,
  • a bedelía,
  • a las tutoras institucionales,
  • al centro de estudiantes,
  • al consejo directivo

Recordá que no estás sola.

Poné estas enseñanzas en práctica y apuntá alto.

 

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Agustina La Porta

Directora fundadora
Profesora en Inglés para la Enseñanza en el Nivel Medio y Superior egresada del I.E.S. en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández".
Interina en escuela primaria plurilingüe (GCBA).
Dictado de clases de inglés por videoconferencia a través de Zoom.
Mi Telegram es @educacionylenguas y mi mail: alaporta@educacionylenguas.com

https://www.linkedin.com/in/agustinalaporta/
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