¿Qué querés conseguir este año?
Sé que este tema es muy polémico porque hay gente que odia los balances de fin de año y fijar objetivos en año nuevo. Comparto que es una fecha completamente arbitraria y nada mágico va a pasar el primero de enero. Sin embargo me parece una buena idea tomarlo como oportunidad para hacer algo que tiene sentido en cualquier fecha del año. Así que si estás leyendo este artículo en otro momento del año, sabé que sigue siendo relevante.
Como estudiante y docente, fines de diciembre y principios de enero suele ser una fecha óptima para hacer un balance del año que pasó y fijar objetivos o ajustarlos para el año que viene. Ya no tenemos chicos a cargo, ya no tenemos fechas de entrega o de exámenes acechandonos. Es un momento relativamente tranquilo en el que podemos sentarnos a reflexionar y pensar qué es lo que queremos de nuestra vida. Porque hacer un balance no es más que pensar qué nos gustó y nos salió bien (o no), y fijar objetivos no es más que empezar a materializar nuestros sueños.
Uno tiene muchos deseos, lo diga en voz alta o no. Y creo que estamos todos bastante grandes como para darnos cuenta de que no se van a cumplir por acto de magia. Definir la meta nos permite saber a dónde queremos llegar, establecer un norte, una dirección. Cuando tenemos esto en claro, después todas nuestras acciones (deberían) tender a ese objetivo. Yo recomiendo poner los objetivos dentro de un límite de tiempo. Acá es cuando el fin de año sirve de algo, pero también podés poner como fecha límite tu cumpleaños o cualquier fecha que te parezca. De esta manera evitamos que esos deseos queden en la nada.
Lo importante es que lo pongas por escrito y bien. Yo pongo mi lista de objetivos al comienzo de mi bullet journal, pero lo podés poner en un corcho al lado de tu compu, sobre tu mesa de luz, en la heladera, o donde pienses que lo vas a leer regularmente. La idea es que de vez en cuando releas tus objetivos y te preguntes qué tan cerca estás de conseguirlo. ¿Estás siguiendo los pasos necesarios? ¿Qué hiciste esa semana que te acerque? ¿Qué tan presentes están en tu día a día? ¿Tus hábitos están en armonía? De esta forma, podés ir ajustando tus acciones para alcanzar eso que tanto querés.
Yo este año implementé esto que te estoy contando y pude minimizar el efecto “¿Ya estamos en *inserte mes aquí*?”. No te digo que no se me pasó el año volando, pero pude tener más control sobre mi vida de alguna forma. No me parece desubicado hacer una gran balance a fin de año, porque me la pasé haciendo mini balances semanales, mensuales o trimestrales a lo largo de 2019. Sí es cierto que algunos objetivos me quedaron un poco rezagados. O sea, es imposible darle prioridad a todo. Por eso te recomiendo que no te pongas demasiados objetivos. Tiene que ser algo que puedas manejar y conseguir.
Más allá de no pasarnos en la cantidad, no hay que quedarse en un sólo aspecto de nuestra vida. Hay que tratar de ponernos objetivos en distintas categorías. Las categorías que elegí para mis objetivos 2020 son PROFESIONAL (incluye el profesorado y mi trabajo en la escuela), SALUD (desde dormir bien hasta nutrir mis relaciones personales), DINERO (tengo metas de ahorro bastante exigentes), y ONLINE (la idea es publicar acá y subir un video a YouTube al menos una vez por semana). Vos podés ordenar tus objetivos como quieras, pero acordate de redactarlos de la manera más clara posible. Así, vas a poder establecer si los cumpliste o no, y qué te falta para hacerlo. Me viene a la mente la frase: “If you can’t measure it, you can’t improve it.” (“Lo que no se mide, no se puede mejorar.”)