La peor estrategia
La estrategia “contratame porque te cobro menos” es una de las peores que pueden existir. En esta publicación vamos a hablar de un tema muy importante que es NO ROMPER EL MERCADO. Vamos a reflexionar sobre las consecuencias de cobrar poco, y el impacto que tiene en nosotras y en los servicios profesionales que brindamos.
Yo estoy empezando a tercerizar y coordinar clases de inglés por videoconferencia, entonces puse un anuncio que decía más o menos así: “Pago $10*, pero como no hay mucho material en el mercado editorial sobre este nicho, tal vez hay que cobrar más.” El tema es que me llegaron dos mails de dos personas distintas que decían: “Yo cobro $8”. Y yo tipo: … Creo que no están entendiendo el mensaje: a mí no me interesa ganar dos pesos más a cualquier costa. Es cierto, tal vez se confundieron por mi mala redacción y pensaron que yo me quedaba con un porcentaje de esos $10, pero no está de más aclarar ciertas cosas.
*¡Es un ejemplo!
Con Delfina Morganti Hernández hablábamos la otra vez de por qué cobrar menos como estrategia para conseguir clientes no es una buena idea, e incluso ella dió varios consejos para escapar de esta situación. Una puede caer en esa situación por varios motivos conocidos, pero si alguien te ofrece una tarifa medianamente buena, no intentes diferenciarte de los otros candidatos con honorarios profesionales bajos. Además, la imagen que estás proyectando no es profesional. De este lado del mostrador puedo asegurar que ese tipo de actitudes sólo hacen que se desmerezca el trabajo que puedas llegar a hacer.
Lo que a mí me interesa es que el servicio sea de calidad. Entonces lo que yo espero como reclutadora es que remarques la experiencia específica y las herramientas necesarias para ese trabajo en particular. La verdad es que no me interesa que me digan que les puedo pagar menos, porque yo puedo pagar 10, pero me encantaría pagar 20. Yo también soy docente y valoro el trabajo profesional. Nosotros no vendemos al por mayor, ofrecemos un servicio profesional y personalizado. Y somos personas, no máquinas que pueden setear para producir en grandes cantidades.
¿Qué pasa si cobrás poco?
Si cobrás poco, para llegar a cubrir tus gastos vas a tener que trabajar más horas. Y cuando te llenás de horas, estás más cansada y no rendís de la misma manera. Además, no te queda tiempo para invertir en todo lo que necesitás para poder brindar un servicio profesional. En el caso de los docentes:
- planificar las clases
- capacitarte
- recargar energías
Esta situación se puede convertir en un círculo vicioso, o un círculo virtuoso, vos elegís.
Círculo virtuoso
El círculo virtuoso es cuando vos respetás tu trabajo y, en consecuencia, valorás el servicio que brindás. Si lo valorás, vas a ponerle un precio que te permita tener tiempo para:
- relajarte
- capacitarte
- preparar la clase como se debe
Entonces el servicio va a ser mejor, y el alumno o el cliente va a estar mucho más contento porque le vamos a poder brindar esa solución que necesita. Pensemos que si nos está pagando es porque realmente necesita una solución a su problema. (Yo soy profe, pero con otro tipo de servicios lingüísticos es lo mismo.)
Si nosotras cobramos menos y por eso tenemos que trabajar mil quinientas horas, seguramente ofrezcamos un servicio de pésima calidad. Entonces deja de tener sentido porque a nosotras no nos sirve y al cliente tampoco. Es mejor apuntar a brindar un servicio de calidad.
Pararse desde otro lugar
Tené en cuenta el mercado local o internacional según corresponda y contestá esta pregunta con sinceridad: ¿Me puedo mantener cobrando esto?
Esto no es una changuita, así que es importante asegurarse de realmente poder vivir (y no sobrevivir) de nuestro trabajo. O sea, vivir y hacer nuestro trabajo bien.
Tal vez ahora me paro desde otro lugar por la experiencia. Hace bastante tiempo que estoy dando clases, y todo el tiempo busco formas de seguir capacitándome y mejorar mis clases. Pero más allá de la experiencia, creo que es más bien es un cambio de mentalidad. Y ese cambio de mentalidad implica no solamente valorarme a mí, sino valorar la profesión. Es pensar: “esta profesión es importante en el mundo, por ende se tiene que hacer bien”.
Cuando vos entiendas eso, va a cambiar todo. Bueno, va a empezar a cambiar todo, no es tan fácil. Yo entiendo. Pero si te estoy ofreciendo 10, no me ofrezcas 8.
Valoremos el trabajo bien hecho.
Apuntá alto en tu profesión.
Aportá tu opinión: ¿Cuánto debería cobrar un docente por una clase?